¿Cómo es la educación en Japón?
El sistema educativo japonés está fuertemente influenciado por sus tradiciones. La sociedad japonesa cree que el éxito no solo es el resultado directo de la habilidad y la inteligencia, sino que se logra a través del esfuerzo.
El sistema de meritocracia se inculca en los estudiantes desde una edad temprana, cuando se les enseña que una mayor participación significa más oportunidades educativas y laborales en el futuro. Estas actividades ayudan a fomentar la competitividad personal, la cuál llega a su punto máximo principalmente en exámenes que te permiten ingresar a los mejores colegios y universidades del país donde solo el 76% de los estudiantes aprueban este examen.
Una característica de las escuelas japonesas es que, durante el tiempo de clase, los estudiantes trabajan juntos para resolver varios problemas como limpiar las salas comunes y las aulas o preparar y servir comidas a los compañeros. Además, cada centro educativo organiza un gran número de actividades extraescolares, como competiciones deportivas, excursiones y actos culturales, también conocidos como clubes extraescolares o bukatsu.
La mayoría de los estudiantes de secundaria son miembros de uno de estos clubes, hay categorías como: deportes, música, hobbies, arte o ciencia. A las cuales los alumnos le invierten una alta disciplina, aprovechando al máximo los conocimientos adquiridos. Estas actividades promueven la colaboración y el trabajo en equipo, así como la mejora de habilidades para resolver problemas.
Los docentes juegan un papel fundamental en el sistema educativo. Son respetados en la sociedad y están muy bien preparados ya que nunca dejan de aprender. Su horario suele ser de 8:30 a 17:00 horas, pero ellos mismos aseguran que suelen alargar sus jornadas de trabajo debido a las actividades extraescolares a las que se integran. Se consideran funcionarios y ven su trabajo como una misión. A su juicio, una protesta o huelga es imposible porque se considera un servicio público y porque la propia ley lo prohíbe.
Por otro lado, los padres tienen la responsabilidad social de la educación de sus hijos. El fracaso en la escuela se considera una desgracia para la familia. Por esta razón, la mayoría de los niños asisten a escuelas de tutoría (para mejorar su condición física general y obtener ayuda con las tareas) o se preparan para los exámenes que les harán después de la escuela secundaria y que marcará sus oportunidades de entrar a la universidad. También existen centros de preparación para el ingreso a escuelas específicas, incluido el jardín de infancia
Uno de los aspectos más destacados de la educación japonesa es la elección de las materias. Sus tradiciones, poesía antigua y caligrafía están presentes desde la infancia. Mientras que materias como la ética y el deporte forman parte de los grandes pilares educativos. Los niños toman tiempo para desarrollar el carácter e internalizar los principios morales, y aprenden las reglas de la convivencia.